EL REGRESO DE GUMARO

Lic. Alejandro Salinas Contreras

Cuando era un niño que no sabía de política (¿Quién sabe en realidad de política?) era común escuchar como los adultos nombraban a un tal Gumaro, que era ni más ni menos que el presidente municipal; información que yo trataba de apuntar mentalmente, así como Zedillo era el presidente del país, pues, Gumaro era el “mero, mero” en el municipio.

Y por cosas buenas o malas, su nombre sonaba mucho. Es más, por mucho tiempo al único político local que conocía de nombre era el Doctor Gumaro. Pero más tarde, así como llegó, se fue. Y ya sonaban otros nombres y situaciones: que la renuncia de Chuyin Badillo, un chisme que hasta a mí llegó, a pesar de que era tan apático de esos menesteres; que las cobijas de Mario y así.

Con el pasar de los años, Gumaro salió del radar, ya ni siquiera constaba que fuera Gumaro o Bulmaro, su nombre se perdía en la historia.

Hoy el mundo es muy diferente, ya no gobierna el PRI, sino Acción Nacional. Hoy las controversias son si remodelar el Templo de Santa Elena o no, si la tierrita se siente mejor que el pasto sintético, si los amigos del árbol son tales o solo resentidos de la vida, si las gorditas de frijoles sabían mejor con el tricolor o no, en fin, discusiones hay muchas, pero ahora, a eso se suma que regresa el ausente.

Ahora en los videos donde dan sus fuertes declaraciones los que se oponen a la remodelación de la iglesia,  aparece Gumaro. En las declaraciones de la gente que sí sabe de política, aparece Gumaro. Hasta en las sugerencias del Facebook, “Personas que quizás conozcas”, aparece Gumaro. ¿Cómo explicarle a Facebook que sí lo conozco, pero nomas de nombre? ¿En qué momento regresó a la arena política local? Y que ahora no me digan que no se fue, porque sí se fue, y su nombre ni sonaba ni tronaba. En mi tiempo en televisión o en medios escritos, jamás su nombre salió, ni de mí ni de nadie.

Sea como fuere, ahora hay de dos sopas:

Uno. Su regreso es como el de Voldemort, el de la saga de Harry Potter, quien tras un fallido intento de convertirse en el amo y señor de todo, regresa para lo mismo, pero ahora bajo el seudónimo de “Señor oscuro” o “Innombrable”. Sus antiguos seguidores, lo niegan en la derrota, pero se le cuadran a su regreso. También cabe señalar a Carlos Salinas de Gortari que tras el exilio, luego de ser señalado como el culpable de todo lo malo que sucede en el país, regresa para convertirse de nuevo en el villano favorito. El caso es que en los dos casos, vuelven para meterse al juego y ganar todas las canicas, ayudados por lo que dejaron en su primera etapa.

Dos: Se parece a George Foreman, que tras una brillante trayectoria como joven boxeador y lograr el campeonato, va en caída libre hasta topar en el retiro. Pero luego vuelve, y a su ya avanzada edad, vuelve a ser campeón, contra todos los pronósticos; y no solo eso, sino que retiene por un largo tiempo el cinturón, en base a su talento nato para el box y el carisma del que es dueño.

La respuesta la dará cada uno. Seguramente Gumaro hizo muchos amigos en su etapa como presidente, gente que le debe algo, así mismo habrá quien tiene una opinión negativa. Esto es perfectamente normal. Lo que sí me parecería terrible es que Gumaro vuelva como partidista y no como ciudadano, que en su calidad de ex presidente municipal, reste y no sume.

Como ciudadano hay responsabilidades; como ex presidente municipal, son más.

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